El paradigma
mágico se basa en la creencia de que la salud y la enfermedad tienen un origen
divino. Son los Dioses quienes son capaces de curar enfermedades, pero igual
son capaces de otorgarlas. La enfermedad se veía como la consecuencia de haber
insultado a los Dioses, de alguna posesión demoníaca; como en el caso de las
trepanaciones que se hacían con el fin de sacar demonios, por la omitir las
ofrendas como en la cultora inca. Y se podía quedar sano, por medio de
oraciones, usar de amuletos, exorcismos, penitencias, conjuros y demás. Los
personajes de este paradigma son: El chaman, sacerdote, sanador y los brujos.
El chaman actúa como médium de un espíritu, se deja posesionar por el, el
sacerdote por medio de oraciones pretende sanar, el sanador usa la energía
cósmica, espiritual como principal fuente y los brujos se alían con demonios y
se encargar de hacer el mal.

Los asclepiones eran templos donde por intervención divina del semi-Dios Asclepio durante el sueño la gente era librada de sus enfermedades.
Pero el mejor representante de la medicina mágica fue “Jesús de galilea”.

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